Entrenamiento y estiramientos para el trail running Técnica y forma del trail running ¿Quieres empezar a correr, pero no sabes por dónde empezar? Sigue nuestros principales consejos para iniciarte en el running.
¿Una escapada? Si la carretera se te queda corta, ¿por qué no darle una oportunidad al trail running?
Cambiar tu rutina de running y apostar por el trail comporta muchas ventajas, por ejemplo: realizar la actividad en un entorno natural, diferente y a menudo impresionante.
Por este motivo, el trail running puede ser la respuesta tanto si eres un corredor con experiencia en búsqueda de un cambio o si te estás iniciando y persigues un reto. Te mostramos todo lo que tienes que saber antes de echar a correr.
Entrenamiento y estiramientos para el trail running
Con el trail se ejercitan músculos diferentes que en el running en carretera, así que se debe empezar poco a poco e ir aumentando. Asimismo, el entrenamiento y los estiramientos deben tener en cuenta que se involucran diferentes músculos y modos de emplearlos.
En los entrenamientos, se deben introducir ejercicios que actúen sobre los músculos del tronco y que mejoren el equilibrio. Así que las planchas, las zancadas, así como sus variantes, o cualquier otro método con el que se emplee solo una pierna es un buen punto de inicio.
Si se quiere ir un poco más allá, también se pueden realizar malabares con una pierna; si resulta complicado, se puede usar solo dos objetos. Estas actividades mejorarán el equilibrio y evitarán las caídas.
En cuanto a los estiramientos, hay que centrarse en el tronco, la espalda y las caderas. Por ejemplo, algunos ejercicios de calentamiento específicos y dinámicos antes de realizar trail running. A la vuelta es recomendable practicar algunos estiramientos estáticos antes de poner rumbo a casa.
Técnica y forma del trail running
En líneas generales, las directrices no difieren mucho entre el trail running y la carretera. Siempre hay que mantener la espalda recta y la barbilla levantada, pero resulta aún más imprescindible mirar hacia abajo, así como mover los brazos.
Lo que más cambia es la pisada. Para sortear mejor los obstáculos y terrenos irregulares, se debería acortar la zancada. La razón es que correr sobre un terreno desfavorable hace que cada paso sea un desafío; se trata de esquivar, no de pisar.
Mantener una forma sólida y centrarse en el sendero es complicado.
El cuerpo debe mantenerse bajo una supervisión continua. En la medida de lo posible, debe evitarse la inclinación hacia delante durante las subidas y hacia atrás en el descenso; ya que en ambos casos, el impacto de los pasos pueden afectar la espalda y disminuir la eficacia.
En puntos de pendientes o secciones más técnicas, se debe considerar el senderismo y no el running para optimizar la eficiencia. De hecho, los corredores de trail con experiencia suelen alternar entre el running como tal y el senderismo cuando el terreno lo precisa.